Anne-lise se siente como un pájaro en una jaula de oro, mientras que Maurizio carga en sus hombros la responsabilidad del negocio familiar. ¿Qué se puede esperar del Secretario de Defensa de los Estados Unidos de América y del futuro Capo de Nueva Orleans?
“Nadie juega con Cantiani”
“No es oro todo lo que reluce”
Para ellos fue una serendipia el conocerse; cada uno se convirtió en el refugio del otro. Dos almas afines pertenecientes a dos mundos incompatibles. En ocasiones las apariencias engañan, los malos no son tan malos ni los buenos no son tan buenos…

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